El barniz además estaba dañado en algunas partes, así que me puse manos a la obra para eliminarlo.
Decapar una pieza como esta, con tantos torneados en el respaldo y las patas es laborioso, pero poco a poco se va avanzando y consiguiendo el objetivo.
Una vez limpia, se trató contra la carcoma, se le dio color y finalmente un acabado a la cera.
Ahora ya tienen la misma silla con un aspecto nuevo para disfrutar de ella muchos años más.
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