Hay trabajos que me encantan, y este cabecero es uno de ellos. Vino a Asturias desde Zaragoza para recuperar la rejilla que tenía rota en el centro y en uno de sus laterales(Gracias por confiar en mí ).
Es antiguo y estaba hecha a mano , por lo que sus dueños decidieron que lo mejor era volver a hacerla así, para mantener el diseño original de este precioso cabecero.
La pieza central se hizo entera y en el lateral se sustituyeron las tiras que estaban rotas, dejándolo seguro y reforzado. Una vez tejido, se iguala el color con la rejilla original, para dejarlo tal y como estaba.
Tejer la rejilla a mano es laborioso y lleva muchas horas, pero el resultado merece la pena.
Os dejo un montón de fotos del proceso, en el que se ve cómo a cada vuelta y poco a poco , el tejido va cogiendo su dibujo tradicional.