Restaurar esta pieza ha sido muy especial para mí , ya que la persona que me lo dejó para reparar me explicó el gran valor sentimental que esta pieza tiene para ella. Es un
recuerdo de familia muy querido.
Se trata de un precioso reloj Morez,
estilo Ojo de Buey, con incrustaciones de nácar en el marco, y muy
antiguo, aproximadamente de finales del siglo XIX.
Como se puede ver en las fotos, los años
habían hecho mella en el acabado, eliminando la pintura y dejando a la vista en
algunas partes el yeso, que tenía alguna zona desconchada. También la carcoma y
la humedad lo habían deteriorado, ya que estuvo almacenado durante muchos años.
Tras una buena limpieza, tratamiento para eliminar la carcoma y el trabajo de rehabilitación, podéis
apreciar el cambio que ha sufrido el reloj, no parece el mismo. Por suerte, la
maquinaria no presentaba ninguna avería, no necesitó más que una buena limpieza para comenzar a trabajar con energía.
Está claro que estas piezas fueron hechas para perdurar en el tiempo, y gracias a los profesionales que las crearon, hoy en día sólo con una pequeña puesta a punto, podemos seguir disfrutando de ellas.